Una caja de tomates a la ministra Espinosa

Martín Soler, nuestro omnipresente consejero de Agricultura, logró contar con todos sus invitados a la "cumbre del tomate". Vinieron murcianos, valencianos y canarios, y firmaron un protocolo exigiendo a la Unión Europea que controle efectivamente la entrada de tomate marroquí fuera de cupo -cosa que debía estar haciendo desde hace años- y que no se juegue con la producción hortícola española en la negociación por el Estatuto Avanzado con Marruecos.
Son todo palabras y más palabras. Reitero que Soler hace lo que puede, y el problema es que no puede. No tiene información y lo que quiere es salvar la cara porque se teme lo peor, y no quiere que luego se la partan llamándole traidor a Almería o a Andalucía, traidor a los agricultores de su tierra.
Hay cosas que no puede hacer un gobernante, y Soler lo es. Un gobernante no puede encabezar una manifestación, porque es él quien tiene que solucionar los problemas, por mucho que esos problemas le superen. El gobernante debe gobernar.
Es lógico que Soler no acudiera a la manifestación de los agricultores, porque de él se espera que esté trabajando para dar respuesta al problema en vez de estar en la calle. Pero de igual modo no se entiende lo de este acuerdo entre las cuatro autonomías... y en todo caso, sería admisible entre aquellas gobernadas por el PP y que exigen al Gobierno socialista que tenga en cuenta esta situación.
Firmado el acuerdo ¿qué hacer? ¿a quién se la van a mandar? ¿a la ministra Espinosa? ¿con una caja de tomates?
A esta cumbre no hay por donde cogerla. Bueno, por la foto sí. Y es que sale tan bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente. Comparto la opinión de que es ridiculo que un gobernante con capacidad para tomar decisiones encabece una manifestación. Los agricultores se han manifestado, precisamente, para que, entre otros, Martín Soler haga algo.
Pero más que acertada es tu afirmación sobre la onmipresencia de Martín... No hace nada, pero su cara es recurrente en todos los medios de comunicación. Le gusta una foto más que a una aspirante a modelo.
Una tomatera de Níjar