Vaya, vaya... aquí sí hay playa

Recuerdo muy bien aquel grupillo madrileño llamado Los Refrescos, que por 1989 aparecían en las teles con un vídeo bastante cutre, en el que se daban chapuzones con cubos de agua y bañeras inflables en una azotea de bloque de barrio mientras cantaban "Vaya, vaya, aquí no hay playa".
Estos chavales dejaban constancia de una realidad como pocas, y es que por mucha Carretera de la Playa que tengan, en Madrid ¡No hay playa! (vaya, vaya).
Por eso toca las narices que nos venga un señor de Madrid, por muy secretario general que sea de ese ministerio y medio (medio de ambiente, más medio de rural, más medio de marino... uno y medio) a decirnos que no, que no podemos tener chiriguitos en la arena de la playa. Alega para ello, embutido probablemente en un impecable traje en el que sólo se permite el toque de color de una corbata gris perla, que la ley es la ley, y que la ley dice que la arena es "dominio público" y que por tanto en ella no puede haber instalaciones privadas.
¿Qué es lo público? ¿lo que no es de nadie o lo que es de todos? Pues lo público es lo que es de todos (sí, Magdalena... ya sé que tú dijiste en el Congreso que el dinero público no es de nadie... pero este artículo no es una coña de las tuyas), y si todos queremos chiringuitos, pues la cosa está clara ¿no?
Las leyes se hacen y deshacen, se cambian, se modifican, se enmiendan. Pues si hay que modificar la Ley de Costas, se modifica y punto. Es comprensible que la playa no sea la selva, y que cada cual haga lo que le venga en gana, por tanto nadie puede negarse a que se regule la instalación de los chiringuitos, y que si no puede haberlos en ciertas playas por sus dimensiones, pues que no los haya, que tienen que tener unas dimensiones o estilo determinados, que lo tengan; si no pueden ser privados y han de ser mediante concesión administrativa, pues vale; si deben ser desmontados tras los meses de uso, que así sea... que pongan todas las salvaguardas que quieran... pero que no los quiten, joder!!!
Para quienes desde luego esto no es ninguna broma es para las miles de familias que viven de los chiringuitos, y más cuando estamos metidos en plena crisis, en la que lo que debe hacerse es incentivar la actividad económica. Eso, y a nuestro gobierno se le ocurre eliminar puestos de trabajo ¡pero que listos!
A todo esto, no hemos hablado de los guiris que vienen a Andalucía a tomarse sus cervecitas (es un decir, que lo suyos son barrilitos) y sus vinos (como si fueran agua) a pie de playa. Pues a estos les tiramos las casas (Vera) y luego no les dejamos estar en los chiringuitos. ¡Qué bien pensado!
Y ni siquiera hemos mentado la identidad cultural andaluza vinculada a este ocio, y que se extiende por todo el Mediterráneo.
Por cierto... ese secretario general del ministerio y medio... seguro que alguna vez vendrá a Almería... seguro... o a Málaga... ya... ya le estaremos esperando al lado del latero de cocacolas (de eso no han dicho nada)... que le vamos a estar dando collejas hasta Depeñaperros. ¡Y que no vuelva!


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