Mociones-trampa

Moción-trampa: Dícese de la moción que presenta un grupo político con la intención poner en un brete a otro grupo político. Ya.... la definición no es muy original, pero es tan cierta como que las vemos todos los días en las instituciones, y en la última semana y pico las hemos tenido en tres instuciones.

Comenzamos con el Ayuntamiento de Almería, donde IU presentó una enmienda a una moción consensuada previamente por los cuatro grupos políticos sobre el Día de la Mujer. La enmienda se refería el reconocimiento del derecho de la mujer al aborto libre y gratuíto, y en defensa de la ley de plazos que quiere tramitar el gobierno socialista en el Estado. Estaba claro que el PP y GIAL iban a estar en contra, y eso le hubiera valido al concejal Diego Cervantes para marcar distancias con respecto a ellos en los temas de mujer, a pesar del consenso de la moción. 

Esta moción quizá no debiera considerarse trampa, ya que el PP no tiene ningún problema en defender su no a la ley de plazos, pero claro... al final fue otro el incáuto. Los socialistas sí que cayeron en la trampa, ya que estando a favor del contenido de la misma acabaron votando contra ella. El cazador Diego Cervantes al final se cobró su pieza... y fue mayor de la que fue a buscar.

En la Diputación también ha habido mociones-trampa, una del Gobierno y otra de la oposición. La del Gobierno PSOE-PAL se refería a la petición de que se retirara el espigón hecho por orden de la alcaldesa de Balanegra, Mercedes Tapia, en su playa, y que ha sido considerado ilegal por la Dirección General de Costas. A pesar de ser Tapia del PP, los concejales del PP en el Ayuntamiento de El Ejido -principal afectado por las anomalías que el espigón está causando en Balerma- votaron a favor de la moción del PAL de instar a su retirada.

En la Diputación el grupo popular podía haber hecho lo mismo, pero uno de los diputados es concejal en Berja, en donde sí están a favor. La decisión fue levantarse del pleno para no tener que votar... y dieron sus argumentos fuera.

En este caso PSOE y PAL ganaron la mano al PP, cuyas explicaciones para no votar podían haber sido igual de consistentes expresándolas en el salón de plenos. Es más, en la moción se estaba pidiendo acabar con un espigón hecho ilegalmente... algo que no es un coflicto entre pueblos, si no entre quien lo ha hecho y quien lo tiene por ilegal (Costas).

Pero IU también presentó una moción-trampa cuando pidió llevar a pleno una en la que se apoyara a los trabajadores de las subcontratas de Elsur que podían acabar despedidos, siendo casi un centenar los afectados directamente. El PSOE se plegó a los intereses del PAL -que gobierna en El Ejido, cuyo alcalde es presidente de esta empresa mixta- impidiendo que ésta llegara a pleno, y los socialistas demostraron una vez más que en cuanto se pone en juego la corbata... lo de "obrero" es pura retórica.  

Y qué decir de quienes como el grupo socialista en el Parlamento de Andalucía votan en contra de una moción del PP para hacer una ley de víctimas del terrorismo... ahí no había trampa, pero sí tramposos.